
Arturo Pardos, duque de Gastronia, en 2007, en
traduciendo a Bringé lo que le ha contado
Monsignor Atom me propone responder a una cuestión ontogastrónica: “¿Se comunican las empanadillas con un lenguaje propio?”. La respuesta es un “sí” rotundo.
Gracias a Michael Maier sabemos que: “Quien intenta entrar en
El Círculo de
El Conocimiento de
puesto que “Una empanadilla es una empanadilla es una empanadilla” en el Jardín Hermético de Gastronia (la gastronomía ha muerto), allá donde dijo
1. “El bien y el mal” = sexo = amor = Sensibilidad
2. “Sabiendo” = cerebro = conocimiento = Inteligencia
3. “Comiereis” = estómago = trabajo = Cultura
SIC
Un golpe de azar jamás abolirá
Un golpe de Empanadilla jamás abolirá el Sexo
Un golpe de Empanadilla jamás abolirá el Cerebro
Un golpe de Empanadilla jamás abolirá el Estómago
Un golpe de Sexo, Cerebro y Estómago jamás abolirá
Ahora bien, dado que
Para festejar tan feliz hallazgo, el duque de Gastronia compuso la ópera El Poema de las Tres Empanadillas, pues tres y no una fueron las del Paraíso: de Carnero, Verraco y Toro, las Tres Bestias Totémicas. La fuga inicial a tres voces, Azufre varón activo, Mercurio hembra pasiva y Cinabrio león rojo, culmina al comer las Tres Empanadillas. En el Acto II, Paris, el hijo Eropatólogo de Príamo, las prepara de color negro, blanco y rojo, para, en el Finale Apoteósico, ofrecerlas a
· Juno, diosa del Estómago:
· Minerva, diosa del Cerebro:
· Venus, diosa del Sexo:
Otrosí, las Empanadillas Eropatológicas de las que aquí se habla, y que hablan entre sí in lingua hermética, no deberían ni siquiera ser miradas por los cocineros simuladores dados al espectáculo, la farsa y el sifón. Todo aquel individuo no autorizado por Monsignor Atom y por los duques de Gastronia que ose mirarlas, sobarlas, cocinarlas y comerlas, se transmutará al instante en un NOC, necio, obtuso y contumelioso. Y los NOC, out.
Finale: El Narrador de las Tres Empanadillas Gastrónicas
1. Las corta por la mitad, de un hachazo cruel y homicida,
2. mostrando los buenos callos negros, los verdaderos sesos blancos y las bellas criadillas rojas, con el máximo rigor simbólico.
3. A continuación, las recompone el Narrador en sus formas prístinas,
4. las sella, ocultando los cortes y
5. se pone, con suma discreción, a dialogar con ellas.
Arturo Pardos
Duque de Gastronia
Acariciador de Empanadillas en Celo
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